Ayer, salió una noticia cuanto menos impactante (pero que tampoco deja extraño a nadie): la ex-directora general de la CAM, María Dolores Amorós, puede que haya maquillado las cuentas declaradas en marzo. Esto es algo que no sólo movió el balance de la CAM, sino que también permitió a sus directores embolsarse un plus de objetivos.
Es decir, con este "maquillaje" los directos aprovecharon, sin ningún pudor, para quedarse una cantidad adicional que no habrían percibido en caso de haber aflorado las pérdidas que atribuyen a CAM.
La cuestión es, ¿hemos llegado a tal "caradurismo" en este país, que se pueden falsear incluso las cuentas de las cajas y los bancos? La sociedad no recibe ni un mísero crédito para solicitar algo tan vital como una vivienda, pero vemos que, al mismo tiempo, están inyectando dinero público a estos mangantes.
Por lo que se vé hemos llegado a una étapa en lo que todo vale, la ley es secundaria y el sentido común directamente ha dejado de existir.
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